Inicio » Blog » Salud » España, el yonki mundial de tranquilizantes.

Noticias como la de Elmundo.es o Boticaria García , aparecen periódicamente en nuestros medios haciéndose eco de una realidad poco agradable, España está enganchada a los tranquilizantes.

Los tranquilizantes y ansiolíticos son medicamentos que provocan, además de otros muchos efectos secundarios, tolerancia y dependencia. Esto quiere decir que cada vez hacen menos efecto, con lo que se necesita aumentar la dosis, y que, no mucho después de comenzar su uso, llega un momento en que es muy complicado prescindir de ellos. 

Como describen las guías médicas de uso, deben usarse de forma sintomática y temporal para solucionar problemas concretos y facilitar la vuelta a las condiciones normales, pero no son una solución permanente.

Además tienen otros muchos efectos secundarios:

  1. Somnolencia
  2. Sueño poco reparador
  3. Sensación de resaca
  4. Interacción con otros tratamientos
  5. Problemas metabólicos
  6. Pérdida de soluciones a problemas futuros
  7. Boca seca
  8. Sequedad ocular y de zonas íntimas
  9. Problemas para interactuar en sociedad

¿Por qué somos unos yonkis de los tranquilizantes?

Va por delante que es una opinión totalmente personal, pero no creo que muy alejada de la realidad. Depende de diversos factores:

  1. Estilo de vida con estrés, ansiedad y sin tantas interacciones personales no laborales; y búsqueda de soluciones rápidas a estos problemas.
  2. Incapacidad para afrontar y gestionar situaciones difíciles y cotidianas.
  3. Mala praxis médica, también buscando soluciones rápidas para aligerar consultas y limitando el seguimiento al paciente.
  4. Esto implica el comienzo de este tipo de tratamientos en edades muy tempranas
  5. Marginación de soluciones fisiológicas para afrontar de una forma integral estos problemas.
  6. Atención farmacéutica deficiente, ya que muchas veces, no enfocamos el seguimiento y la educación de los pacientes desde un punto de vista constructivo y nos limitamos a dispensación de productos e información de efectos secundarios.
  7. Falta de concienciación de los pacientes, como consecuencia de estos factores previos.

Conclusión:

España no va a disminuir de una forma radical el uso de tranquilizantes a corto plazo, pero no podemos ni debemos, como sociedad, seguir produciendo generaciones dependientes de todo tipo de sustancias, legales o no, prescritas o no. Debemos desarrollar un sistema sanitario y educativo que racionalice el uso de medicamentos, en este caso tranquilizantes, formando a los jóvenes, pero también concienciando en la ética del trabajo a los profesionales médicos y farmacéuticos.

https://www.rtve.es/television/20210309/ansioliticos-pandemia-consumo-boticaria-garcia/2081343.shtml
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/03/15/64116ee9fc6c83d9608b45c0.html
Categorías: Salud

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