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El pasado 1 de Marzo, Guille Martín (@farmaenfurecida) publicaba un tweet en el que decía que como sigamos así, el año que viene ya no va a haber que cortar cupón precinto a los medicamentos, porque sencillamente, no habrá medicamentos.

Suena entre chiste y apocalíptico, pero no es ni para reírse ni para tomárselo a broma. Actualmente faltan más de 700 medicamentos en la oficina de farmacia, y no podéis ni imaginar los problemas que se generan tanto a nosotros como a los pacientes y los médicos, más allá de la propia disponibilidad del producto.

¿Por qué faltan medicamentos?

Yo expongo los motivos, y cada uno que saque conclusiones, no es mi intención intervenir en ellas…

  1. Problemas de producción: principalmente los inyectables, como el famoso Ozempic, a medida que aumenta su demanda. Una planta de fabricación de estos productos no se puede ampliar tan fácilmente como una que produzca comprimidos o jarabes.
  2. Disponibilidad de materias primas: no siempre del medicamento o principio activo en sí, sino que últimamente es complicado proveerse de ciertas partes de los envases y los materiales de embalaje, y esto puede estar relacionado con la guerra de Ucrania…o con otras guerras más mundanas.
  3. Variación de la demanda imprevista, precisamente por la falta de disponibilidad previa de otros productos.
  4. Intereses económicos: España es uno de los países que tiene más intervenido el precio de los medicamentos, por eso, muchos laboratorios priorizan el servicio de su stock disponible en los países que les pagan más por un mismo producto.

En cualquier caso, esto está generando:

  • Problemas de adherencia o de cumplimiento de tratamiento en ciertos pacientes afectados, personas mayores principalmente que con deterioro cognitivo no gestionan bien los cambios o soluciones que se les pueden ofrecer.
  • Enfados y desaprobación en muchos otros.
  • Inversión de tiempo en la farmacia para buscar la mejor solución para cada paciente, buscar producto por donde pueda no haberse agotado, alternativas entre genéricos o marcas idénticas o, más allá, en medicamentos que puedan cumplir una función similar de acuerdo a la prescripción médica correspondiente.
  • Pérdida de recursos médicos, ya que muchas de esas soluciones conllevan un cambio de prescripción por parte del facultativo, nuevas citas y controles, etc…

Es un problema serio, para el que la farmacia destina infinidad de recursos y que no siempre se ve desde el otro lado del mostrador. El valor de los productos o servicios, lo marca el mercado, no un técnico sentado tras la mesa en su despacho, y no podemos permitir perder calidad asistencial y sanitaria por motivos como estos. Peor aún si realmente valoramos que una gran parte del ahorro programado se nos escapa por el desagüe en el momento que genera problemas que penalizan otros recursos profesionales.

Categorías: Salud

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