Las patologías muscoesqueléticas constituyen una de las causas más frecuentes de consulta médica y son la fuente principal de dolor crónico en todo el mundo. El dolor de espalda, y más específicamente el dolor lumbar, es uno de los problemas que más nos encontramos en nuestro mostrador.

El tratamiento farmacológico de estas patologías suele basarse en el uso de analgésicos y antiinflamatorios (AINEs). Son uno de los fármacos más empleados, frecuentemente cronificados y mal utilizados por los pacientes.

Los AINEs actúan inhibiendo la enzima ciclooxigenasa (COX), en especial la isoforma COX-2, responsable de la formación de prostaglandinas y tromboxanos que intervienen en la respuesta inflamatoria.

El problema derivado del uso de este tipo de fármacos es que una gran parte de ellos poseen una acción no selectiva e inhiben también a la isoforma COX-1, responsable de la producción de prostaglandinas protectoras de la mucosa gástrica, el riñón y plaquetas. Esta inhibición no selectiva puede dar lugar a la aparición de ciertos efectos indeseables característicos de este grupo de fármacos.

Estudios recientes han demostrado que la suplementación con vitaminas del grupo B tienen un efecto adyuvante en el tratamiento con antiinflamatorios, ya que potencian su efecto, reducen la intensidad del dolor y aceleran la recuperación, lo que permite disminuir la dosis y la duración del tratamiento.

La evidencia reciente indica que la utilización de tiamina (B1), piridoxina (B6) y cobalamina (B12) de forma conjunta ha demostrado una mayor eficacia en el manejo del dolor.

El dolor lumbar agudo o en exacerbaciones agudas de la afección crónica, los complejos vitamínicos de B1, B6, B12 en combinación con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) orales han demostrado un efecto terapéutico superior al de la monoterapia.

Estas funciones se explican a través de sus mecanismos:

  • Vitamina B1 o tiamina: es vital para el crecimiento y bienestar de los órganos, incluyendo cerebro y corazón. Es fundamental para procesos metabólicos y para la producción de energía. Está además implicada en la conducción nerviosa.
  • Vitamina B6 o piridoxina: es imprescindible para el correcto funcionamiento de las enzimas en la síntesis de energía y en el sistema inmunitario. Formación de mielina. Se relaciona con la síntesis de dopamina, serotonina y GABA, influyendo en los sistemas de neuromodulación.
  • Vitamina B12 o cobalamina: necesaria para el buen funcionamiento de los nervios y células sanguíneas, para la síntesis de mielina y el funcionamiento neuronal. El ser humano es incapaz de producirla por lo que debemos incorporarla mediante la alimentación.

En nuestros protocolos de tratamiento del dolor de espalda utilizamos según el grado de molestia las vitaminas B1, B6, B12 en dosis altas, en monoterapia o combinadas con antiinflamatorios para potenciar su efecto y acortar los tiempos de toma del medicamento, consiguiendo mayor eficacia, bienestar de nuestros pacientes y reducción de los efectos secundarios de estos medicamentos.

A continuación, os invitamos a resolver nuestro test del dolor para averiguar en qué nivel está.

TEST DEL DOLOR

Puntuación: – 0-6 pts Bien, – 7-15 pts Visita la farmacia, – 21 pst Visita a tu médico

Categorías: NutriciónSalud

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